Una sana autoestima conlleva mantener sentimientos positivos
hacia uno mismo, de manera consistente, sin necesidades excesivas de aprobación
de los demás, sin percibir los fallos y los fracasos personales como algo
amenazador. Por esa razón una autoestima saludable se caracteriza por ser
segura. No obstante, presenta otras características (Kernis, 2003):
A. Una autoestima sana es congruente
Una autoestima es congruente cuando la autoestima explícita es
similar a la autoestima implícita y a la inversa.
· Autoestima explícita: Sentimientos conscientes que implican considerar que uno es valioso por sí mismo, por ser quien es en realidad.
· Autoestima implícita: Sentimientos no conscientes, automáticos, no reflexionados que reflejan que uno tiene valor, se tiene en cuenta.
Además, dicha congruencia disminuye la tendencia de
defenderse sobre posibles amenazas o de exagerar las fortalezas de uno, lo que denominamos
autopromoción o autobombo.
B. Una autoestima sana es estable
Los sentimientos de valía no fluctúan demasiado, son
sólidos. Es posible que aparezcan cambios por los sucesos del día a día, pero
en general no destruyen la estabilidad de la autoestima. Es preferible que
estos sentimientos puedan oscilar hasta cierto punto, pues favorece a la
flexibilidad psicológica, la cual implica bienestar psicológico y permite
aprender tanto de los éxitos como de los fracasos, pero una variación excesiva puede
predisponernos a problemas psicológicos como la depresión o sentimientos de
vulnerabilidad.
C. Una autoestima sana es genuina
La valoración que se hace de uno mismo es realista, de
manera objetiva, con capacidad para admitir y reconocer los propios fallos,
fracasos y limitaciones. No existe una exagerada preocupación por los éxitos ni
por la aceptación de la sociedad. Se puede escuchar información negativa sobre la
propia imagen sin sentirse amenazado. Al combinar realismo y aceptación
disminuye la necesidad de estar a la defensiva y el uso de sesgos de automejora
como:
· Minimizar o directamente negar aquella información que contradiga la imagen positiva
· Engrandecer la información que está vinculada a los aspectos positivos de su persona
D. Una autoestima sana es verdadera
Se trata de una autoestima que no depende de los resultados
concretos facilitados por el entorno, no necesita que se validen sus
sentimientos a todas horas ni seguir unos estándares sociales a la perfección, se
siente bien satisfaciendo sus auténticas necesidades, sin descuidar sus
preferencias. Puede experimentar la decepción y la alegría cuando falla o
acierta sin que eso afecte a la idea que tiene de su valor global. Se encuentra
abierto a cambios, pero sus sentimientos de autovalia no están en peligro
alguno.
No obstante, hay que
recordar que no todo va de blanco o negro, existen grados. Estas
características de la autoestima sana se pueden poseer en mayor o en menor
medida, pueden variar con el tiempo y se pueden mejorar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario