viernes, 3 de julio de 2020

7 características de la dependencia emocional

 

La dependencia emocional conlleva unas necesidades emocionales normalmente insatisfechas que intentan ser cubiertas de forma desadaptativa haciendo uso de relaciones, sobre todo de pareja. Además, las rupturas se llevan especialmente mal, se intensifica el malestar hasta ocasionar trastornos relacionados con la angustia, el tremendismo o la ideación suicida. Se puede afirmar que el amor favorece la calidad de vida, mientras que la dependencia emocional la entorpece considerablemente, pues una exageración de amor no es amor. La persona con dependencia emocional puede mostrar características como

A.      La pareja es la prioridad

La relación está por encima de todo, incluso puede estar por encima de los hijos. El dependiente emocional deja de tener vida y empieza a desvivirse por la relación. Se pierden aficiones y amistades, y lo único que da sentido a la vida es la relación de pareja.

B.      Un deseo de acceso insaciable

La persona con dependencia emocional necesita alimentarse constantemente de roces y contactos con la otra persona, dando igual la forma. La intención está en pasar el máximo de tiempos juntos y cuando eso no es posible se usan medios para lograr la satisfacción emocional como pueden ser los mensajes de texto o las llamadas telefónicas, presionando e insistiendo de que allí estará cuando el compañero quede libre, resultando asfixiante.

C.      Necesidad de exclusividad

Es muy común que en las relaciones exista un deseo de exclusividad, de no querer compartir la pareja con otras personas, pero en el caso del dependiente emocional este deseo es desproporcionado. El dependiente emocional necesita realmente tener la pareja de manera exclusiva. Amigos, familia, hijos, trabajo, todo se convierten en un estorbo.

D.      Idealización

El ser amado es alguien sobrevalorado hasta la distorsión. El dependiente emocional busca un perfil concreto y se enamora de alguien a quien admira de verdad por su trato.

E.       Sumisión

El dependiente emocional se encuentra en estado de subordinación, se quita importancia. Hace un papel de siervo agradecido que intenta satisfacer las necesidades del amo a cualquier precio, permitiendo descalificaciones, agresiones e infidelidades.

F.       Terror al abandono y miedo al rechazo

La relación de pareja es tan valiosa para la vida de un dependiente emocional, que la idea de romper es aterradora. Puede sentirse incapaz de romper, preferir estar mal con alguien que estar solo. La posibilidad de romper puede provocar también miedo al rechazo, lo cual conduce a realizar conductas de comprobación que alivien el miedo, que garanticen que el otro quiera seguir la relación. Tiene una sed de aprobación agotadora.  

G.      Síndrome de abstinencia al romperse la relación

Se vive como un mazazo sentimental extremadamente duro como se ha comentado al principio, una depresión muy fuerte con pensamientos repetitivos. Se buscan maneras de retomar la relación y de contactar para disminuir la sensación de pérdida definitiva.

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