El trabajo no es únicamente una fuente de ingresos, también
puede contribuir al equilibro personal, pues se trata de una actividad que como
tal conlleva una estructura del tiempo, permite mantener relaciones sociales,
da una identidad y promueve los sentimientos de utilidad. Además, y en ciertos
casos, favorece el desarrollo de la creatividad. No obstante, el bienestar
personal suele ser resultado de un equilibrio más complejo, siendo los periodos
de descanso y de ocio muy importantes. Así, sacrificar el tiempo libre no
siempre es lo mejor.
La persona que no es adicta al trabajo puede trabajar con
intensa dedicación, disfrutar de su labor con entusiasmo y productividad sin
abandonar el ocio, la familia o sus aficiones. Cuando se implica más de la
cuenta, se debe por lo general a presiones externas, objetivas y temporales.
Es del todo observable
que la dedicación al trabajo está muy bien considerada socialmente, se valora el
estar ocupado y da la sensación de ser alguien responsable, importante, de
éxito, con estatus. Sin embargo, la adicción al trabajo es una implicación
desadaptada, pues se pierde el control sobre los límites y afecta
negativamente en las relaciones familiares y sociales, la salud física y
psicológica, reduciendo la cantidad y la calidad del tiempo de ocio.
La persona adicta al trabajo
· Se implica en exceso en las actividades laborales
· Trabaja de más por presiones internas más que externas
· Tiene dificultades para disfrutar de las cosas
· Busca el prestigio o el poder
· Ve deterioradas sus relaciones familiares
· Experimenta aislamiento social
· Pierde el sentido del humor
· Sufre desinterés por las relaciones interpersonales fuera del trabajo
La adicción al trabajo repercute en la salud, en la
autoestima, alimentando la necesidad de reconocimiento social. Los adictos al
trabajo pueden experimentar ocultos sentimientos de inferioridad y temor a
considerarse un fracaso. En general, su calidad de vida es deficitaria, existe
una ausencia de control relacionada con la dedicación exclusiva al trabajo.
Gran parte de su tiempo se invierte en las tareas, incluso gran parte de sus
pensamientos en tiempos de ocio están fijados en el ámbito laboral. El
trabajo es lo primero y lo único. Se trata de una necesidad imparable a
dedicar la vida al trabajo, aspecto vertebral de una dependencia que excede los
límites de lo razonable provocando irritabilidad e insatisfacción en el adicto
cuando no puede trabajar por ser días festivos, estar en fines de semana, irse
de vacaciones, o simplemente terminar la jornada laboral. El tiempo libre es
sinónimo de tiempo perdido, pueden experimentar estrés y problemas
cardiovasculares a causa de la adicción y ocultarlo todo a sus seres queridos
para evita su desaprobación.
Hay algunos indicadores que pueden advertir cuándo se
empieza dicha adicción
· Inclinación al aislamiento social
· Agotamiento y fatiga
· Sentido del deber exagerado
· Falta de interés en el trato social
· Pérdida de satisfacción por actividades que antes ocasionaban placer
No hay comentarios:
Publicar un comentario