¿Sabías que la adicción al juego es una de las adicciones
psicológicas más destructivas? En este caso, hablamos del juego patológico. El
juego patológico se observa por la incapacidad que tiene la persona de
controlarse, hasta tal punto que el mero jugar se convierte en algo irresistible
que altera diferentes facetas importantes de la vida.
El juego deja de ser un juego cuando empieza a ser el
centro de nuestras vidas, cuando perdemos el control y somos incapaces de
dejarlo, incluso si deseamos parar, pero ya resulta imposible. En ese
momento podemos defender que se ha instaurado un hábito con mucha fuerza, tanta
que nos podemos sentir incapaces de abandonarlo.
No obstante, jugar a las apuestas por ejemplo no es algo
nuevo y en nuestra cultura se promueve la afición a los juegos de azar desde
hace tiempo, ejemplos de ellos son las loterías o las quinielas. También nos
parecen entretenidos los juegos de habilidad como jugar a las cartas y es algo
normal, pero, ¿cuándo nos volvemos dependientes del juego? El paso de un
juego razonable al patológico no siempre es lineal, pero hay indicadores
que pueden alertarnos:
Además, la persona adicta al juego puede tener otros motivos:A. Gastar más dinero del que teníamos pensado
B. Apostar con la finalidad de recuperar lo que hemos perdido
C. Seguir jugando incluso cuando hemos perdido reiteradamente
A. Tener relaciones sociales o escapar del aburrimiento
B. Ganar dinero, aunque el resultado final no es el esperado y acaban perdiéndolo
C. Evadirse de los problemas, pero el juego no hace más que aumentarlos
D. Obtener altos niveles de excitación, aspecto que favorece la pérdida de control
E. Fidelidad a un hábito, a una costumbre, aunque sea gravemente perjudicial
De hecho, el daño se expande en muchos ámbitos:
Ámbito
personal |
Ámbito
económico |
Ámbito
familiar |
Las
consecuencias del juego en el resto de ámbitos genera un potente malestar
generalizado que se puede ver acompañado por el consumo inapropiado de
alcohol |
Jugar sin
medida implica contraer deudas y una condición de vida muy penosa, causando a
menudo estafas y robos para solventar la ruina |
La dedicación
que recibe el juego hace que las necesidades de las personas más cercanas
como las de la pareja o las de los hijos queden desatendidas |
Ámbito
laboral |
Ámbito social |
Ámbito de
leyes |
El juego
causa que el rendimiento en el lugar de trabajo se resienta, deteriorando la responsabilidad
laboral hasta el despedido |
El tiempo se
invierte en el juego, provocando el aislamiento social y el abandono de las antiguas
relaciones de amistad |
La necesidad
de seguir jugando conlleva a “tomar prestado” muchas cosas y en consecuencia a
tener serios problemas con la justicia |
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