A todo esto, se le suma una serie de mitos que no hacen más
que perpetuar esta desgracia y es por esa razón que a continuación se cuestionan
cinco mitos frecuentes sobre el suicidio.
Mito 1: Las personas que se suicidan son unas cobardes.
También se suele creer justo el caso contrario, que las
personas que se suicidan son las valientes. No obstante, el acto de suicidarse
se vincula mucho más a un altísimo de grado de sufrimiento personal que no a la
simple cobardía o valentía de afrontar la realidad.
Mito 2: Se debe evitar hablar de suicidio para no darle ideas a la población
El suicidio es en nuestras sociedades modernas un tema tabú
y hablar sobre él es importante, pero hay que tomar precauciones, debe hablarse
de un modo adecuado y responsable, buscando alcanzar el objetivo de la
desestigmatización.
A este mito le suele seguir otro: Quien habla de suicidio
tiene intención de cometerlo. No obstante, quienes hablan de suicidio
pueden estar simplemente solicitando ayuda o apoyo y el hecho de hablar
abiertamente sobre el tema puede dar alternativas al suicidio, adquirir
información sobre recursos útiles y accesibles de su propia comunidad o como
mínimo un tiempo de reflexión.
Mito 3: La persona que desea suicidarse, no avisa.
Eso es falso, ya que muchas personas avisan de una forma u
otra acerca de sus intenciones suicidas.
Mito 4: Los intentos de suicidio son únicamente para llamar la atención.
Los intentos de suicidio corresponden a la expresión de un
inmenso malestar y desesperación cuya finalidad no es la de llamar la atención
sino la de acabar con definitivamente el sufrimiento.
Mito 5: El suicidio no se puede prevenir.
Afortunadamente este último mito también es falso, ya que sí se puede prevenir y de diferentes formas.
- Se pueden realizar programas de atención y concienciación para los médicos de la atención primaria, así como para la sociedad en general.
- Se puede fomentar el seguimiento preventivo de los intentos suicidas en población vulnerable y detectar a individuos con un alto riesgo debido a una potente ideación suicida.
- En el caso de existir factores implicados en la conducta suicida, como pueden ser la impulsividad y el pesimismo desesperanzado, se pueden reforzar los mecanismos de detección y los correspondientes tratamientos, tanto farmacológicos como psicológicos.
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