El ejercicio físico puede ser de utilidad para mejorar la
calidad de vida. Reduce problemas del corazón, aumenta la densidad ósea y
la fuerza muscular, mejora el equilibrio, la coordinación, la flexibilidad, la
respiración y el riego sanguíneo, así como el control sobre el peso corporal.
En general, ayuda a prevenir la hipertensión, la diabetes, la obesidad y otras
enfermedades.
A parte, puede servir para mantener una mente sana y
equilibrada. Si bien es cierto que la actividad física no remplaza un
tratamiento profesional para las depresiones y ansiedades severas de los casos
más graves, beneficia en lo siguiente
A. Mejora del sueño
La práctica regular de ejercicio físico facilita la
conciliación del sueño, siendo este además profundo y reparador. Por esa razón,
las personas más activas tienen menos probabilidades de manifestar
trastornos del sueño como el insomnio o la hipersomnia.
B. Aumento de la confianza
Mantenerse activo promueve las sensaciones de logro. Se
percibe que se consiguen superar ciertas metas, alcanzar los cambios deseados,
lo cual incrementa la confianza que uno tiene en sí mismo. A parte de verse
incrementada la autoconfianza, el ejercicio físico puede incrementar la
autoestima y la satisfacción respecto al aspecto físico.
C. Disminución de la ansiedad y de los síntomas depresivos
Hay una relación positiva entre la práctica deportiva y la
salud mental. El ejercicio genera sensaciones globales de bienestar, mejora
el estado de ánimo gracias a la liberación de sustancias naturales como la
endorfina, una de las hormonas de la felicidad.
D. Estrategia de distracción
La práctica de ejercicio permite desviar la atención de
aquellos pensamientos o sentimientos que resultan desagradables, contribuyendo
a generar un estilo de afrontamiento adecuado frente a los problemas. Al mismo
tiempo, reduce la preocupación excesiva y la recreación en los eventos
negativos.
E. Estrategia de afrontamiento
Existen muchas estrategias de afrontamiento, pero no todas
son útiles para abordar eficazmente un problema. Uno puede por ejemplo beber
alcohol en exceso o mirar de manera pesimista y pasiva su realidad. El
ejercicio físico es en este caso una buena herramienta para regular la
respuesta emocional, disminuir el estrés, conservar el humor y desahogarse.
F. Estrategia de interacción social
El ejercicio también es beneficioso si se realiza en
compañía. Se trata de una excelente excusa para evitar la soledad no
deseada, al mismo tiempo que se encuentra soporte emocional y permite relacionarse
con otras personas que comparten intereses parecidos.
G. Mejora de funciones cognitivas
La memoria, el razonamiento, la resolución de los problemas
y la conciencia espacial son algunas de las funciones cognitivas que se ven
influenciadas muy positivamente por la práctica regular del ejercicio, siendo
uno de los aspectos cardinales del envejecimiento saludable.
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