viernes, 30 de octubre de 2020

Cómo establecer normas a un hijo adolescente

 

Hay que tener en cuenta el objetivo por el cual se quieren y se intentan establecer las normas. La idea principal es que el adolescente pronto se convertirá en un adulto y las normas están para educarle en temas importantes como la libertad y sus límites, la responsabilidad en cuanto a derechos y deberes, así como el valor de la toma personal de decisiones y sus posteriores consecuencias. No obstante, que el adolescente desee saltarse las normas es comprensible, y lo verdaderamente importante en este aspecto reside en que sepa exactamente dónde están sus limitaciones y los riesgos que puede correr. Dicho esto, las normas que facilitan establecer límites claros normalmente se caracterizan por ser:

·        Pactadas y constantes

Comparta la fijación de una norma, que esta tenga un apoyo fruto de la decisión conjunta, haciéndose válida en la medida en que sea constante. Es esencial que la aplicación de la norma no sea intermitente o aleatoria, que se aplique no sólo por uno de los padres, que no se aplique únicamente cuando uno tiene energía para hacerlo o se dé cuando esté de mal humor.

·        Razonadas

Marca la diferencia estableciendo y manteniendo una norma a partir de unos principios, argumentando los motivos por los cuales es así, ya que tomar una decisión a la ligera y de manera caprichosa, enseñará al adolescente una lección de tiranía y de rigidez.

·        Congruentes

Muestra coherencia en el plan educativo, reconociendo que, si uno por ejemplo no es capaz de comunicarse eficazmente, difícilmente podrá transmitirle buenas dotes comunicativas. Hay que enseñar aquello que el cuidador es capaz de hacer. Ni más ni menos, simplemente podemos pedirle aquello que podemos ofrecerle.

·        Flexibles

Permita sin excederse que crezca y que experimente, que tome sus decisiones, que viva las consecuencias, ofrécele autonomía, pero con cierta contención y presencia. La combinación de acompañarle y darle un margen para explorar ayudará la construcción de límites firmes y el resultado de sus actos.

·        Necesarias y concretas

El adolescente ya no es un niño y no necesita tantas guías de conducta. Para que acepte una norma tiene que comprender su necesidad de implantarse y elaborar de manera vaga un excesivo número de normas no conseguirán hacerlas más efectivas. De hecho, especificar cada una de las normas favorecerá que se perciban más sencillas y fáciles de cumplir. Vale la pena esforzarse para concretar la naturaleza de una norma y su aplicación.

·        Positivas

Enseña las normas poniendo el acento en aquello que uno debe hacer, lo que se considera correcto y bueno para él para así promocionar sus cualidades y obtener credibilidad de cara al futuro, más que en aquello que no debería realizar, es decir, los fallos de su comportamiento según nuestro punto de vista.


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